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Pablo Sáenz Briones.
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Pablo Sáenz Briones. (Foto: Rebeca Del Castillo)

Pablo Sáenz : “Quiero que alguno de mis libros sea llevado al cine”

Por María Mercedes
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sonrie210yahooes/9/9/15
www.plotpoint.es
domingo 02 de abril de 2017, 12:00h
Su más reciente obra ´El Regreso de las Carey´, es un canto a la sensibilización y a la preservación de esta especie que está en peligro de extinción.
Pablo Sáenz Briones.
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Pablo Sáenz Briones. (Foto: Rebeca Del Castillo)

El escritor Pablo Sáez es de nacionalidad argentina. Pero, su otra vocación –la diplomacia-, le ha permitido conquistar el amor de otras ciudades, específicamente de Madrid y Santo Domingo.

Aunque de su tierra natal extraña a su familia, a sus buenos amigos; los cafés de Buenos Aires, sus librerías, es en esta urbe caribeña donde en los últimos años su pluma ha saboreado el placer de la imaginación y ha disfrutado el compromiso de escribir a favor de las tortugas Carey, pues como el mismo afirma, el tema ambiental del planeta le sensibiliza y su forma de aportar es a través de la escritura.

Vale destacar que Sáenz vino Santo Domingo desde noviembre de 2012, para desempeñarse como funcionario diplomático de la Embajada de la República Argentina.

En esta entrevista, conversamos con el Pablo Sáez que reconoce su fascinación por la diplomacia y la escritura… la perfecta combinación que regala satisfacción y mucha adrenalina a su vida.

Usted es diplomático y escritor ¿Por cuál de estos oficios se inclinó su balanza? ¿Por qué?

Por ambos, ya que son totalmente compatibles. La diplomacia es mi forma de vida, una vocación que ejerzo desde los 25 años cuando ingresé a la carrera diplomática en Argentina.

La escritura es la otra gran vocación que siempre me acompaña, viaja conmigo en mi PC y en un pendrive a todas partes del mundo.

¿Qué significa Madrid en su vida como escritor?

En Madrid comencé a ejercer mi vocación de escritor. En un café sobre la Gran Vía me juntaba con la escritora argentina Adriana Romano, mi primera maestra, y allí trabajábamos los textos.

Justamente, allí nació el libro “El Viaje del Trapecista”. Adriana me desafió a contar una historia en estilo indirecto como ejercicio narrativo, y si bien por razones de agilidad en el fluir de la historia ese aspecto ha sido modificado el trapecista que inició su viaje desde un parque madrileño.

En esa ciudad, hice mi primera puesta en escena de la mano de la gente de Plot Point - una productora artística y escuela de cine y teatro, con la que montamos el espectáculo de cuenta cuentos "De sombras, brujas y punto"-, con textos de mi autoría en un espectáculo de teatro infantil que fue distinguido por el Ayuntamiento de Madrid para participar en las Fiestas de San Isidro. También, estando en Madrid, ediciones Del Candil me publica mi primer libro en Buenos Aires.

En fin, Madrid es un punto de partida como ciudad y entorno aunque sigo mucho la literatura italiana contemporánea y de ella me nutro, Roma fue mi primer destino diplomático.

¿De su lista de obras, cuál tema le ha sensibilizado más?

Disfruto observando y narrando a través de los ojos de un niño, me apasiona. La soledad, el prejuicio y el daño medio ambiental son situaciones que me duelen y mucho. A través de mis textos trato de acercarles a los chicos y jóvenes una mirada positiva al respecto.

¿Cuál es su género literario de preferencia?

La novela sin lugar a dudas. Me encanta leer ficción, entrar en mundos ajenos, vivenciar desde dentro las historias, incluso hasta tomar partido por alguno de los personajes (risa).

¿Háblenos sobre la novela ´El Regreso de las Carey´?

Es un texto sumamente especial para mí. Es mi primera novela totalmente ambientada en este hermoso país. Una historia que parte de la impotencia y la rabia de ver como el afán de lucro está acabando con una especie en vías de extinción que lleva más de 100 millones de años surcando los océanos.

Las tortugas carey son una especie bellísima. Las tortugas marinas, en general, son animales indefensos que hacen un notable esfuerzo físico para arrastrarse playa adentro a desovar –confían en el hombre al poner sus huevitos en territorio humano- exponiéndose a un sinfín de peligros para que tan solo el uno por mil de esas crías llegue a la adultez.

El hombre le roba los huevos, la carne, el caparazón, a veces las tortugas se tragan fundas que la gente arroja en el mar o quedan enredadas en redes de pescadores y mueren asfixiadas por la angustia que les da el tratar de liberarse.

Asimismo, “El Regreso de las carey” me permitió plantear una relación familiar entre Iván y Kevin, dos hermanos que se apoyan el uno al otro, como siempre debería ocurrir en una familia. Es una novela que celebra la vida y la valentía de un grupo de infantes. La última escena del libro expresa esa celebración. No se la cuento para dejarla con la intriga y que le den ganas de leerla.

¿En su vida de escritor y diplomático, cómo ha sido la experiencia?

Como escritor feliz como una lombriz, ya que considero que fui “descubierto” por Santillana y estoy muy contento de ser parte del proyecto Loqueleo. Ojala pueda estar con ellos por muchos años más. Como diplomático excelente, en 1988 ingresé en el Servicio Exterior de la República Argentina ejerciendo como diplomático desde ese entonces. Luego, de Roma y Madrid, República Dominicana ha sido mi primera experiencia en suelo americano, y me siento muy a gusto ejerciendo mis funciones.

¿Cómo se desenvuelve su vida cultural en el país, he leído ha participado en importantes encuentros realizados en el Centro León, el Centro Cultural Perelló?

Efectivamente, uno de los aspectos que disfruto muchísimo como escritor es la posibilidad que he tenido, a lo largo de estos intensos cuatro años, de acercarme a los niños para compartir mis textos e interactuar.

Me han invitado a contar tanto en el Centro León como en el Perelló, he estado en varios ayuntamientos y Santillana me da la posibilidad de visitar colegios y charlar con los chicos. Como escritor y como persona este intercambio me enriquece, pues me permite conocer sus gustos e intereses, su opinión sobe los textos, aprendo mucho en cada encuentro y es sorprendente el nivel de imaginación que tienen los infantes.

Escribir para niños y adolescentes es un desafío inmenso, ya que o los atrapas de entrada o abandonan el libro, ellos no dan las “oportunidades” que damos a un texto los lectores adultos.

En el plano personal ¿Qué extraña de Argentina?

A mi familia que por razones personales, esta vez, se ha tenido que quedar en Argentina, los poquísimos, pero buenos amigos que tengo; los cafés de Buenos Aires, sus librerías, y mi lugar en el mundo que es el pueblo de San Antonio de Areco, en la Provincia de Buenos Aires.

¿Denos su apreciación sobre la vida cultural de República Dominicana?

Como un buen café ristretto, la calidad está en la concentración, en su aroma. Hay poetas trascendentes como Pedro Mir; escritores que conmueven como Juan Bosch con su hiperrealismo desgarrador, Marcio Veloz Maggiolo y su magia; o Jeannette Miller con “La vida es otra cosa”, que libro ¡Dios mío!

La música está en todas partes, ustedes la llevan en el cuerpo, imagino el negro de las notas musicales fluyendo en el torrente sanguíneo de los dominicanos, son el ritmo encarnado. Las artes plásticas que “explotan” los colores y la síntesis, me encanta Guillo Pérez, Cándido Bidó, Prats Ventos y Jorge Severino.

¿Por último, compártanos una ilusión, un deseo en el mediano plazo?

¡Qué pregunta! ¿No pecaré de ambicioso? La verdad es que me hace mucha ilusión que algún productor se pudiese interesar en llevar alguno de mis textos al cine. Al margen del ego natural de todo artista (risa), esta ilusión tiene una razón de ser: yo narro a partir de imágenes, a veces paso horas o días pendiente del movimiento de mis personajes que fluyan dentro de mi imaginación, para así “atrapar” la secuencia y volcarla al texto. Entonces pienso, ¡Qué locura si los pudiese ver reflejados en la gran pantalla!


Texto: Marìa Mercedes . Fotos: Rebeca Del Castillo Zouain
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