Alberto Magno Rincón Guzmán
“Ser padre es la decisión más valiente que asume un verdadero caballero”
No es casualidad que Alberto Rincón naciera con un talento especial en la música, pues en su este arte viene impregnado por sus venas como una marca. Él forma parte de la 5ta.
generación de violinistas de su familia. Con apenas cinco años inició su educación musical en la Escuela Elemental de Música y luego pasó al Conservatorio Nacional de Música.
En la adultez le surgió el interés por estudiar más allá de la música y optó por licenciarse en Administración de Empresas en la Universidad APEC. Con los conocimientos obtenidos en la carrera y su pasión por los ritmos, acordes y composiciones musicales, logró encontrar el equilibrio entre ambos mundos.
Por un lado es presidente de la empresa Representaciones Gráficas S.R.L. y mientras que por otro lado es presidente y fundador de la Fundación Soli Deo Gloria, una institución constituida el 5 de febrero del 2011 que en principio abrió como academia con 22 niños y jóvenes que buscaban estudiar violín, chelo y contrabajo y que al poco tiempo llegó a contar con al menos 150 niños y jóvenes con el interés de aprender a tocar además otros instrumentos, entre estos flauta, el clarinete, el oboe, el fagot, el corno, el trombón, la trompeta, el saxofón, la percusión y el piano.
Rincón, que funge actualmente como Director Artístico de la Filarmónica Appassionato y desde el 2016 como director del Sistema de Orquestas Sinfónicas Infantiles y Juveniles del Ministerio de Cultura y director de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, es además un padre ejemplar. Sus hijos, han heredado el amor por la música y el talento de tocar instrumentos de cuerdas como el violín y el violonchelo.
Fuera de los escenarios es un padre dedicado que ve la paternidad como la actividad humana que nos asemeja más a Dios. “Personalmente creo que Dios es la fuente inagotable que da sentido a la paternidad”, expresó al tiempo que explicó que para él ser padre nos permite expresar el amor más puro, más genuino y desinteresado; que es la decisión más valiente que asume un verdadero caballero”.
A pesar de tener la experiencia de dirigir el talento de cientos de jóvenes a nivel local y regional, Rincón confesó a Diario Hispaniola que son muchos los retos a los que se ha tenido que enfrentar fuera de los escenarios como padre, sin embargo uno de los más difíciles, sin dudas ha sido el de tener que moldear el carácter de sus hijos ya que en el camino se deja una marca imborrable para bien o para mal.
Enfatizó que criar los hijos es un reto de valientes y en el camino muchos son las pruebas a las que hay que someterse. En su caso, renunciar a sí mismo para guiar a sus cuatro chicos ha sido uno de los obstáculos que ha tenido que enfrentar y superar.
“Cuando pasamos a ser padres nuestras prioridades son transformadas, nos embarga un sentimiento de temor y de alegría cuando entendemos que somos responsables de equipar, espiritual y materialmente a nuestros hijos. Conducirlos hacia el camino de la madurez equilibrada que inicia en el amor a Dios y al prójimo, es la puerta hacia el verdadero éxito, así podrán disfrutar de esta vida pasajera valorando lo que da verdadero significado a nuestro existir”, explicó.
En la actualidad, otro de los puntos que ha tenido que enfrentar en su papel como padre es sobre las influencia que conlleva criar con las situaciones que surgen de la sociedad actual.
“Quisiera dejar como legado la formación de hombres de bien y que impacten su generación con vidas ejemplares en lo espiritual, laboral, familiar y la amistad, algo que se ha tornado casi un lujo en nuestras vidas”.
Según explica, la sociedad no está preparando líderes que con su ejemplo cautiven e inspiren a los demás. “Vivimos en un mundo donde con urgencia se necesitan modelos a seguir, jóvenes cuya humildad los mantenga con los pies sobre la tierra y con sus sueños que los eleven hasta el cielo”, enfatizó.
A los demás padres y a la sociedad en general, les aconseja a buscar la ayuda de Dios para que como nación logremos encontrar el camino verdadero del hogar, atesorando los valores que el Creador nos dejó para tener una vida plena
