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Fantasía periodìstica.
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Fantasía periodìstica. (Foto: Alfonso M. Becker)

Fantasía periodística y realidad geopolítica

Por Alfonso M. Becker
jueves 02 de mayo de 2019, 22:31h
“Oiga somos un imperio, y cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad”. Ron Suskind
Hace muchos años ya… que comprendí que el bien más preciado es el tiempo. En realidad, el dinero, los diamantes, los lingotes de oro, los títulos rimbombantes, las distinciones, o las putas más guapas, no te sirven de nada si se te agota el tiempo.

Naturalmente, no voy a explicarlo ahora; pero por respeto a mis lectores siempre aconsejo que profundicen en el concepto si quieren entender cualquier teoría de los sistemas sociales.

Para elaborar narrativas poderosas en la era de la banalidad y del mensaje publicitario o propagandístico, es necesario tener algo más que un título de pacotilla o un doctorado tan “amañados” como la basura acreditativa de los mediocres actores de la política que campan en nuestra Unión Europea…

Desgraciadamente, los políticos españoles no están a salvo de esta titulitis galopante que como la peor de las epidemias se ha extendido por todo el arco parlamentario; y los más aficionados plumillas, tarados intelectuales, hasta se atreven a publicar la foto de su licenciatura para dar fe de que toda la porquería que rebosa de su atascado cerebro tiene una etiología…

¿Hay forma más ridícula de suicidio intelectual?

La vergüenza ajena en la profesión periodística parece que no existe, y eso hace pensar que una extraña forma de entender el corporativismo patológico impide ver con claridad la causa y el efecto de que el periodismo se haya infectado de la ruindad de los mediocres y de la inconveniencia de los advenedizos que huían de otras profesiones en las que nunca sobresalieron ni triunfaron.

“Millones de periodistas desempleados en Europa y Estados Unidos, sin oficio ni beneficio alguno, tienen que significar algo” -me dice un viejo amigo cardiólogo. Le suplico que dé luz a mi entendimiento porque sospecho en ese momento que su explicación tenía que ser borde para esclarecer ideas y aclarar conceptos…

Borderline… era su vocablo estrella en el servicio jerarquizado de la Cardiología. Es un tío de una calidad intelectual fuera de lo común y me dice que el tiempo, del que tanto hablo y escribo, siempre está situado desde la perspectiva del observador.

Es el “antes” y el “después” no solo de la filosofía, sino también al afrontar un procedimiento de la cirugía cardiovascular… “Se opera entendiendo el antes y el después”-me repitió varias veces…

Era tan cierto como que el pasado no existe para los idiotas, sin embargo, es la causalidad de su antijudaísmo y la verdadera etiología de su maldad ideológica… Instalado en el “después” -el periodista sin empleo- suplica mostrando “credenciales”, y medrando con ansiedad, un poco de futuro; ese futuro que es donde suceden los efectos… Un futuro en el que no hay sitio para los tontos.

Así que el “presente” de este pobre inculto es el ángulo muerto del espejo retrovisor, el punto ciego de su pretendida “actualidad periodística” … Pobre infeliz… Atormentado por una sociedad espectacular que no comprende y que jamás podría dilucidar.

La “discernable reality” es algo que seguramente no les sonará de nada a los pobres infelices que invirtieron su escaso dinero en titulillos de las facultades periféricas, en un último intento, al final de su vida, para hacer fortuna y ganar reputación mediante el chanchullo político…

Nada hay más patético en esa vulgaridad de existencia que pretender dar brillo y esplendor a una vida vacía, aburrida, triste y de mediana calidad, despilfarrada en los oficios más bajos del grado medio, que definieron la naturaleza de un imbécil que nunca entendió que lo que escribía, era absurdo, ridículo y propio de ignorantes, pero tirando a malo… que es mucho peor.

Hacerlo por todos los medios más innobles, es muy propio del advenedizo de la edad tardía y es un clarísimo signo de bellaquería cuando para medrar engrosa las filas del antijudaísmo del rebaño; de la mayoritaria chusma antiamericana y de odio hacia Israel.

El inculto con verborrea patológica, sobrado de mala leche y con un corazón lleno de mierda y de odio, siempre se cree a salvo entre esas grandes masas donde -vox populi- siempre se oculta el cobarde.

El falto de agallas que se mueve en el periodismo para aficionados; el pobre de ánimo artístico y de insignificante valor estético, siempre se retrata por el triste vestigio de lo que deja por escrito, pues arropado entre manada de burros, basta con que el asno suene el cencerro para que todos los antisemitas marchen detrás; como lo hace él…

Pero…. ¿Es este el signo de los tiempos?

Pues si odia tanto a los israelíes, o a los estadounidenses, debo explicarle que tanto Israel como los Estados Unidos, están muy por encima del estadio moral más elevado de este planeta. Ni hay decadencia americana ni los judíos se dejarán matar tan fácilmente...

Vuelve la pelea de alto nivel. Nadie quiere hablar de ello cuando es evidente que la amenaza se expresa todos los días y los preparativos para la guerra, en varios frentes, se aceleran en un despliegue de emergencia.

Todo aquello que sugiere algo más que el gasto y de números en la economía, se manifiestan sin eufemismos para dejar las cosas bien claras. Si hay algo que se aprende en esta vida de tantas penalidades, y en este mundo tan repleto de asesinos sedientos de sangre, es que nunca deberías subestimar el valor y el impacto de lo que es altamente mundano.

Todos los placeres y frivolidades de esta vida y de este mundo, se obtienen y se disfrutan mediante el poder; el poder económico, el duro poder militar, el blando poder de la seducción cultural; y el afán de paz y tranquilidad para poder hacer buenos negocios y vivir…

Vivir, al fin y al cabo.

Todas las señales, todos los indicios y todas las alarmas, se han disparado -de nuevo- como en los viejos tiempos que vivieron nuestros abuelos. El enemigo ruso despliega su extraña narrativa de nostalgias comunistas imperiales cuando vive exactamente en la gran contradicción de una “novela” barata, capitalista y tan salvaje como la de Wall Street.

A China, en cambio, no le gusta el absurdo juego de la Rusia amenazante con sus torpedos atómicos y sus sistemas antiaéreos que han demostrado ser tan primitivos y obsoletos como las escopetillas de feria que servían para obtener el osito de peluche y obsequiar a la novia…

Solo falta que Vladímir Putin caiga tan bajo como para bajarse los pantalones y presumir de bulto en los calzoncillos… Dios Santo… qué ordinariez...

Todo sea por mojar en el chichi… Así se dice en chino...

Los chinos nunca han jugado a ese juego porque su cultura milenaria es otra y prefieren no parecerse nunca a los rusos… La cultura china es así… No le des más vueltas. Los asuntos de follar son privados, cosa de alcoba, nada de mujeres americanas que castran a los hombres solo con la mirada...

Cada día que pasa, cada año que se nos escapa, relojes enloquecidos que ni siquiera dan un respiro para confirmar el número de la hora y el de los minutos, nos avisan de que a Washington se le está acabando la paciencia.

Seamos claros… En Capitol Hill están hasta los cojones de la maricona, Nicolás Maduro, y del gansterismo narcotraficante de Caracas… Esto va a explotar gravemente…

Tanto como que puedo jurarles que en el Pentágono se juegan a la carta más alta de quién será el primero en atacar sitios militares de Teherán con armas atómicas de teatro si a un miserable persa se le ocurre atacar a las tropas norteamericanas...

China ha decidido dar su Gran Salto Adelante… el asalto definitivo para controlar el planeta… Los placeres mundanos hay que costearlos pero para ello, es necesario conquistar la montaña de oro, el “everest de las cosas terrenas” y materiales, o de todo lo relacionado con ellas, en oposición a lo celestial o espiritual. Se acabaron los rezos y el fanatismo...

La fantasía periodística del moro asesino se le ha pegado en demasía a la chusma ideológica del periodismo tardío de salón… Todos los asesinos cubanos de la banda de los Castro son héroes, como también los narcogenerales de Caracas…

Se suponía que la chusma “laica” no quería saber nada de Dios… Sin embargo rezan como condenados para que China, Rusia, la momia de Bolívar, asesinos mahometanos y la madre que los parió a todos, destruyan a los Estados Unidos y a Israel…

Bueno… seamos serios… Si no saben qué carajo es un imperio, yo se lo explico…

América es muy peligrosa si se le acorrala o se le agobia con mariconadas mahometanas o bolivarianas. Esto que les digo está escrito en muchos libros de historia. No amenaces a Washington porque eso es algo muy serio y te pasará factura.

Si no entiendes la realidad geopolítica, déjate de fantasías periodísticas para aficionados a los cuentos de calleja… No dejes de estudiar si quieres comprender que las bravatas de un psicópata bolivariano no afectan sobremanera a nadie…

En Washington saben que cuando los moros cruzan la línea roja hay que matarlos… No existe otra opción, de momento...

Las amenazas de un payaso asesino que gobierna Caracas, ni siquiera son tenidas en cuenta en el U.S. Central Command de la base aérea de MacDill, que está a 5 minutos para volarle la cabeza a Nicolás Maduro… O para lanzar un ataque global contra los chinos, contra los rusos, o contra cualquier moro vacilón...

Washington y Jerusalem son los auténticos y genuinos actores de la historia en este planeta. Solo tienen que esperar pacientemente, ver y estudiar lo que hacen; observen cómo crean realidades nuevas todos lo días para que llegue el día, menos pensado, y todo se soluciones a tiros y a bombazos.

Desde luego, la fantasía periodística de las cotorras antiamericanas y antisemitas, no tiene límites. Incluso creen que están ganando una guerra que ni siquiera ha comenzado… ¡Esto es absurdo!

Miren… las aguas volverán a su cauce y los idiotas más notables, que se autodenominan “analistas mundiales” seguirán contando estupideces hasta que se mueran...










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