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Cultura dominicana: Un resumen

Por Antonio Sánchez Hernández
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miércoles 13 de septiembre de 2017, 12:35h
Tres tipos de economías: haciendas, minerías, plantaciones

“Desde el punto de vista económico, España basó la conquista de América en tres tipos de economías: haciendas, minerías y plantaciones. Las haciendas no comerciaban entre sí, eran economías de subsistencia, de autoconsumo, lo que impidió la creación de un mercado interior. Las haciendas, a su vez, eran la base alimentaria de la minería de exportación. La minería, basada en metales preciosos (oro, plata) y las plantaciones, crearon su mercado exterior, su mercado mundial. España, desde el punto de vista económico, no creó un mercado interior en los territorios conquistados, pero sí un mercado exterior. Al no crear un mercado interno, la población prácticamente no creció durante siglos, o creció muy poco”.(Jacques Chonchol.1972).

Definición de cultura colonial.

Toda cultura es un conjunto funcional, completo en sí, armoniosa- mente equilibrado, que ampara, encuadra y vigoriza la vida personal de los individuos. Estos cuadros culturales quedaron rotos por la conquista de América: los indígenas vieron aniquilada su vida espiritual (creencias, sentimientos, jerarquías), desintegrado su sistema de vida material y social, destruidas y desprestigiadas sus clases dirigentes. Sintieron su impotencia, su inferioridad de energías antes formas de vida nuevas, extrañas, que se imponían en forma arrolladora: se sintieron abandonados por sus dioses y sus jefes. Cuando la cultura indígena quedó rota por la conquista de América, comenzó un verdadero caos institucional, porque además, tampoco los negros africanos, fueron integrados culturalmente, de forma institucional, y las tres culturas en discordia, no serían lo suficientemente fuertes por separado, para cimentar la conquista de América de manera funcional, como un conjunto integrado, completo en si mismo, en plena libertad de expresarse. Y ello trajo como resultado el balance autoritario y anárquico, con el cual convivimos todavía en pleno siglo XX y XX1.

La opinión del psicólogo social dominicano Dr. Enmanuel Silvestre.

Citando al filósofo venezolano, José Briceño, en su obra " El Discurso Salvaje ", el psicólogo social dominicano Dr. Enmanuel Silvestre expresa lo siguiente: "Nuestro país se asemeja a otros de América Latina con los cuales comparte la misma mezcla de elementos culturales medievales europeos, junto a componentes mágicos africanos e indígenas, y más recientemente el discurso racional y cientificista de Europa Occidental y de EEUU. La falta de integración de los componentes de esta mezcolanza cultural, se refleja hoy en todas nuestras instituciones sociales y ha creado contradicciones sociales profundas que no nos dejan actuar con eficacia, debido al alto peso de la externalidad cultural de nuestras instituciones.

Como resultado de esta discordia cultural, "las instituciones sociales centralistas españolas del período colonial y la total
marginación de las comunidades indígenas y africanas, crearon instituciones basadas en el caudillismo y hasta en el propio clima, que fomentan actitudes de tipo externo. Razón por la cual siempre han habido, indicadores de externalidad en todas las clases sociales". "Las personas suelen hacer atribuciones internas, cuando creen que ellas mismas controlan las recompensas y castigos que reciben. Pero también pueden hacer atribuciones externas, cuando creen que lo que les sucede está controlado por fuerzas ajenas a sí mismas: la suerte, el destino, o instituciones de Poder, que no los representan". Eso fue lo que sucedió: ni los indígenas ni los negros fueron integrados institucionalmente y España gobernó los territorios conquistados, de forma centralizada y excluyente durante 350 años. Y se formó una tradición autoritaria. Ahí está la raíz del caudillismo latinoamericano, del caciquismo local, de nuestras firmes creencias externas, en la suerte o el destino.

Error cultural capital de la conquista de América.

La conquista de América tuvo un grave error cultural capital: creer que existen culturas superiores y culturas inferiores, naciones superiores y naciones inferiores, pueblos superiores y pueblos inferiores. Error que se manifestaría en cada uno de los territorios donde se enfrentaron dos tipos de civilizaciones: una agrícola y otra minera, sin instituciones donde se expresaran libremente las tres culturas, ( indígenas, españolas, africanas ), como un conjunto funcional, armoniosamente equilibrado. De ese error cultural tan grave, de esa discordia cultural, de ese avasallamiento cultural, durante la Conquista de América, hemos heredado instituciones caudillistas, frágiles, pero además autoritarias, que no están precedidas por el tiempo y la eficacia, como una real representación de las distintas comunidades que la componen. Razón por la cual hemos formado Repúblicas, basadas en la anarquía y el autoritarismo, con comunidades totalmente pasivas, con un gran componente de externalidad (caudillos, dictadores, suerte, destino), con una visión mágico-religiosa de la realidad, en muchos países, y una vez las repúblicas latinoamericanos se independizaron de España en el siglo X1X, si no separaron los tres Poderes del Estado, quedaron totalmente listas para largos períodos dictatoriales, como es el caso dominicano: hemos vivido 173 años en nuestro período republicano, hasta el 2017. De ellos 120 años han sido dictaduras militares.

Visión mágica de la realidad y del poder en R.D.

Dice el Doctor Silvestre: "Estas costumbres relacionadas con nuestro concepto sobre la suerte, ilustran el hecho de que el contexto cultural dominicano, esté caracterizado por una visión mágica de la realidad, heredada a través de nuestras influencias culturales: por una parte, la cosmovisión demoníaca-religiosa de la España medieval y, por otra, el universo misterioro de los panteones o conjuntos de dioses africanos representados en los cultos voudú".

Resultados evidentes.

Desde hace varios siglos, como consecuencia de la falta de integración cultural de españoles, indígenas y negros " el Poder es distinto para el que lo ejerce, para el que lo sufre y para el que lo contempla. El Poder ha sido y sigue siendo, un juego de ilusión y picardía entre el que manda y los que obedecen; un pacto
tácito en virtud del cual los que obedecen se dejan dominar para aprovecharse, y el que manda, asegura su territorio mediante la centralización y el autoritarismo". Nada nuevo bajo el sol: las comunidades, de mayoría mulata desde el 1700 en la geografía dominicana, hasta hace poco siempre pasivas, precisaron de un cacique que la comande o de un dictador que las domine. Nuestro país registra en el período republicano, desde 1844-2017, 120 años de dictaduras militares, lo cual es un excelente averaje a nivel mundial.

República Dominicana es el país antillano que posiblemente haya conocido con más tardanza un cierto movimiento tendente a buscar y reconocer sus raíces histórico-culturales africanas, a pesar de que la comunidad dominicana es mayoritariamente mulata, ligazón de negro con blanco, desde el siglo XV11. El rechazo a todo lo que represente la presencia histórica africana en nuestra nación, quizás se pueda sintetizar señalando que para el dominicano el color negro de la piel es cosa del pasado o no parece existir en el presente, hasta hace muy poco tiempo, al menos cuando se juzga a sí mismo. Incluso en documentos oficiales, el dominicano, aparece registrado con el color indio: indio claro o indio oscuro, confundiendo raza con color. Estas incoherencias de confundir raza con color del dominicano moderno son reveladoras de lo mucho que hay que trabajar en el área de integración institucional de las culturas y razas propias de nuestro país y de la comprensión histórica sobre este tema para evitar incongruencias como las reveladas por Shakespeare, en el diálogo de Macbeth con el Doctor, acto V. escena 3ra.

MACBETH: ¿Acaso no podéis curar un espíritu enfermo,
arrancar de su memoria un dolor arraigado,
borrar el pesar escrito en su cerebro,
y con algún antídoto que permita olvidar,
liberar su agobiado pecho de todo el veneno,
que le oprime el corazón ?

DOCTOR:
En tales casos, el paciente debe encontrar
remedio propio.










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