Polos de desarrollo provinciales 2/2

A ) En esta segunda fase se precisa analizar detenidamente aquellas inversiones que en la primera fase parecen apropiadas para convertirse en polos de desarrollo, a fin de determinar si las condiciones que presentan son realmente atractivas para la colocación espacial de las inversiones. B) A seguidas se debe realizar un análisis proyectado del mercado sobre la base de cálculos estimados en lo que respecta al crecimiento y distribución de la población y de los ingresos de la misma. C) luego es necesario realizar un análisis de los recursos humanos : ( mano de obra calificada) , naturales ( Materias primas ), tecnológicos ( destrezas productivas y equipamiento ) y de capital ( ahorro y préstamos nacionales o internacionales ). D) Se identifican las instituciones provinciales que puedan dirigir el proyecto. En síntesis, en este segundo paso: se reestudia la conveniencia de las inversiones proyectadas en la primera fase. B) se realiza un análisis del mercado sobre población e ingresos. C) se analizan los recursos disponibles: C.1. Humanos disponibles. C.2) la materia prima existente, C.3) la tecnología a utilizarse. C.4) los recursos de capital disponibles. C.5) Y se definen las instituciones que dirigirán los proyectos.

TERCER PASO:


Con el cronograma de inversiones a mano, con los estudios de población e ingresos. Con un análisis a mano de los recursos humanos, naturales, tecnológicos y de capital, el analista del proyecto está en condiciones de definir el cronograma definitivo de inversiones: definir cual polo de desarrollo debe ser realizado de inmediato y cual polo de desarrollo es posterior. Es decir, con la información que se tiene a mano, el analista del proyecto está en condiciones de hacer una distribución aproximada de los polos de desarrollo, planificando el tiempo, el espacio geográfico donde será instalado, los recursos disponibles y las políticas con que se guiará de manera definitiva.

CUARTO PASO
En esta última fase el analizador debe identificar el nivel de importancia relativo de cada polo de desarrollo. Esto es, si tiene carácter nacional, regional o provincial. Y llegar a una delimitación aproximada de las áreas regionales y subregionales correspondientes. El resultado final de este laborioso proceso será un mapa con su correspondiente texto, que mostrará la jerarquía de los tres niveles de polos de desarrollo y sus áreas de influencia a nivel geográfico. En síntesis y a título de ejemplo: si el turismo, por ejemplo, ocupa con sus actividades las tres regiones del país será un polo de desarrollo nacional y será el de mayor jerarquía. Si la ganadería, por ejemplo, se desarrolla en una o dos de las tres regiones del país, tendrá una jerarquía regional y quedará subordinado jerárquicamente al turismo. Si el coco, por ejemplo, se limita a alguna provincia, sin carácter regional, sería un polo de tercer orden, provincial y sus actividades tendrían como referencia inmediata un polo regional cercano.

JERARQUÍA DE LOS POLOS DE DESARROLLO
Así todo el país quedaría planificado en tres grandes polos de desarrollo: nacionales, regionales y provinciales con un mapa económico final a nivel sectorial: turismo y derivados, zonas francas y derivados, materiales de construcción y derivados, telecomunicaciones y derivados, tabaco y derivados, azúcar y derivados, cacao y derivados, café y derivados, acuacultura y derivados, cítricos y derivados, vegetales y derivados etc. Cada provincia, cada región, todo el país, podría ser planificado a corto, mediano y largo plazo en R.D.

Esta solución es la que recomiendan tres premios nóbeles de economía: Francois Perroux, Jean Timbergern y Jhon Friedman para los países de desarrollo medio, tipo R.D. y se forjarían ciudades grandes y pequeñas, fundamentadas en riquezas, en bienes y servicios, con estabilidad económica, baja inflación, precio bajo del dinero y polos de desarrollo, estabilidad política y bienestar social. Y sobre todo, una base firme para que la descentralización económica, sirva de fundamento a la descentralización política, biológica y cultural.

Porque en definitiva la planificación por provincias sirve a los ciudadanos y a las empresas o no sirve para nada.