Frances tiene un físico que no es el que se espera de una actriz, sobre todo de Norteamérica, no es una Barbie: rubia, ojos azules, rompe con los cánones universales de las expectativas de un público popular. Esta es una de las razones por la que grandes directores quieren trabajar junto a ella: no se parece a nadie, tiene una voz, un físico, una manera de moverse, de insinuarse, de ofrecer réplicas que es única en la historia del cine.
En efecto, inicio su carrera de actriz en el teatro, actuando en ciudades como New York. Obtuvo una mención a los premios Tony en el papel de Stella en la obra de Tennessee Williams, “Un tranvía llamado deseo”.
Durante este período compartía un apartamento con la también actriz Holly Hunter, quien por razones de disponibilidad rechazó el papel principal de la película “Sangre por Sangre”, del director Joel Coén. Holly sugirió a éste que fuera Frances quien encarnara el papel principal. El mismo año contrae matrimonio con Joel Coen, convirtiéndose en la actriz fetiche de los hermanos Coen, actuando en películas tales como: Arizona Junior, Miller’s Crossing,
The Barber y la opera prima “Fargo”, con la cual obtiene el oscar a la mejor actriz en 1996, en la que interpreta a una increíble mujer policía embarazada. La actriz también es solicitada por directores que han visto en ella sus formidables y polifacéticas actuaciones, es una excelente actriz cómica, pero Ken Loach le dio un papel dramático en su película Hidden Agenda, así como Alan Parker en Mississippi Burning, obteniendo una nominación al oscar de mejor actriz secundaria.
De hecho es siempre perfecta en los diferentes papeles secundarios en que ha trabajado como son: Casi Famosos, (obteniendo otra nominación). En esta interpreta a una inquieta madre. Fue también amante de Michael Douglas en la película Wonder Boys, además, protagonizó junto a Robert de Niro, la película “Padres e Hijos”. A partir del año 2008, su carrera ha tomado de nuevo un giro excelente ya que ha interpretado roles principales como fue la deliciosa comedia de los hermanos Coen, Burn after Reading, donde interpreta el papel de empleada de un gimnasio y cuyo afán es el de ahorrar para realizarse varias cirugías plásticas, al verla en cada momento de esta actuación no nos queda mas que reírnos, pues es como si estuviéramos acompañando a alguien que vive entre nosotros. Frances es inimitable, es un sueño para cualquier amante del cine y podríamos ir mas lejos, al mismo tiempo que ella interpreta hay que saberla interpretar. “Es una metáfora cinematográfica”.
Es como diría Vincent Van Gogh a su hermano Théo, en el libro “cartas a Théo”, a propósito de algunos de sus cuadros: Théo “Míralo, míralo, hasta que lo encuentres bello”.
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