www.diariohispaniola.com
El final del presidente sirio.
Ampliar
El final del presidente sirio. (Foto: Alfonso M. Becker)

Donald Trump quiere al presidente sirio muerto

Por Alfonso M. Becker

Como dicen el Capitol Hill: «solo el que gana, ha jugado siempre bien».
La CIA, y otras agencias de la “United States Intelligence Community” han entregado a la Casa Blanca un importante dossier en el que se “simplifican” los trabajos “sucios” del Kremlin en Siria tratando de apuntalar al dictador Bashar al-Assad, y -por otra parte- puntualizando y dejando claro:

«que los terribles crímenes que se están cometiendo contra el pueblo sirio, con el visto bueno de Vladímir Putin y sus compinches, fanáticos asesinos islamistas de Teherán, no deben salir gratis».

No es extraño que actual inquilino de la Casa Blanca quiera matar a un jefe de Estado. Si acaso no lo saben los lectores, el primer ministro de Israel, Benyamin Nentanyahu, llamó a Donald Trump, hace 6 meses por el teléfono rojo, a horas intempestivas y le dijo:

«Donald, tengo al gran hijoputa de la Guardia Revolucionaria Iraní en el punto de mira...», «Lo tenemos a tiro de pájaro», «Tú dirás lo que hacemos… es una ocasión única para acabar con él».

La transcripción de la llamada -llámese mensaje cifrado- no buscaba a Dios en el cómplice, como suele pedir rezando el comandante que ha perdido a centenares de sus mejores agentes a manos de asesinos yihadistas, enemigos acérrimos de Estados Unidos y de Israel.

Cuando quieres ajustar cuentas, es probable no carecer de espíritu y buscar en el Todopoderoso a esos amigos que siempre faltan para entrar en la guarida del lobo, matarlos a todos, y salir indemnes.

El actual presidente americano maneja estos pensamientos cuando pregunta a sus asesores por el exordio adecuado para preparar y convencer a los aliados de que a los asesinos yihadistas hay que matarlos en el campo de batalla; doquiera se desarrolle la pelea.

¿Y a los que los adoctrinan, qué hacemos con ellos? ¿Por qué trabajar tanto el discurso si se trata de matar a una rata en su agujero de Damasco o de Teherán?

Sin embargo, Donald Trump, dejó pasar la oportunidad que el Mossad había planeado minuciosamente para descabezar a los terroristas chiítas que sostienen a la teocracia persa. El gran jefe de los terroristas, Qassem Soleimani; el más grande asesino de ciudadanos estadounidenses y de judíos de todo el Oriente Medio, tuvo suerte y se libró por los pelos...

La Casa Blanca dejó pasar esa gran oportunidad que ofrecían los militares israelíes del servicio de inteligencia (AMAN), porque la CIA tenía en mente un “evento” mucho más espectacular… Algo más grandioso.

Dentro de ese oscuro universo de las operaciones encubiertas, ya estaba lista, al viejo estilo de Allen Dulles, como si estuviese preparada por la vieja Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) algo tan espectacular como la operación para matar al que llaman Líder Supremo, el ayatola Ali Khamenei, y a la plana mayor de todos sus políticos, y de todos sus generales juntos…

Ese sí era un “golpe del siglo” comparado con convertir a Soleimani en un charco de basura residual biológica, de un bombazo; por mucha fama que quisiera dar Teherán a un vulgar asesino organizador de actividades terroristas contra los judíos en todo el mundo.

Donald Trump quería pasar a la Historia, con mayúsculas, matándolos a todos a la vez… Todos los altos funcionarios del Estado terrorista persa extasiados, mientras escuchan el sermón del clérigo fanático enloquecido, el ayatola mahometano lleno de odio contra los hebreos y gritando siempre “muerte a Estados Unidos” …

Los ciudadanos iraníes cantando por las calles. «Ya queda poco para que sean colgados de las grúas». Está écrit sur de l'eau… del Golfo Pérsico; los franceses lo saben. «El baile de las chilabas en la horca», «la mueca de una cabeza de asesino sin turbante», «el espectáculo de asesinos religiosos que ellos han creado, los devorará». El pueblo persa quiere libertad.

Mucho cuidado, Assad, van a por ti… Te quieren bien muerto. Ya no hay vuelta atrás. «Has preferido destruir Siria y matar a los sirios» -dicen tus ciudadanos- asociándote con todos aquellos que quieren matar judíos e infieles… Tú lo has querido. Tu cara ya presagia tu muerte...

«Toutes les personnalités politiques d'hier et d'aujourd'hui», sabían y saben que una guerra es una partida de naipes en la que te juegas la vida y hacienda… La hacienda ya la has perdido; Damasco es ahora de Rusia y de Estados Unidos, y de la Unión Europea; ahora el resto de tu país pertenece a los terroristas musulmanes y a las grandes potencias que quieren su botín por los servicios prestados…

Ahora serás tú, Bashar al-Assad, quién pague los vidrios rotos, serás esclavo de las circunstancias y de tus acreedores. Tus antepasados, todos, están implicados en matanzas de judíos, tu policía asesina, ha matado en Argentina y en todo el mundo. Los servicios secretos de tu familia, saben dónde está enterrado el legendario espía israelí Eli Cohen…

Mejor será que devuelvas el cadáver a su familia…

Solo un fanático chiíta de la secta alauí, entiende la vida como un único trabajo político: «perseguir y matar judíos» … No has leído la historia, Assad, el intento de expulsar a los judíos de su tierra, o de cualquier otra tierra del planeta, es una empresa condenada al fracaso.

La república estadounidense te enseñará que el pueblo judío y el Estado de Israel representan un tipo eterno de espíritu, en este sentido independiente de la herencia.

La que todavía es superpotencia mundial, la América de Donald Trump, te advertirá y mostrará que el Estado judío de Israel y todos los hebreos de este mundo son un tipo de gente y de cultura intelectualmente superior al antisemita…

Al ser tan perseguidos, maltratados, acosados y matados por la basura islamista en el Oriente Medio, justamente bajo ese asesino cerco, de asedio implacable de criminales mahometanos, se han hecho fuertes, inteligentes y poderosos en todas las ramas del saber.

El único recurso que le queda al moro asesino es negociar la paz y llegar a un acuerdo… Si quiere la guerra, siempre tendrá guerra y todas las potencias militares de este planeta, saben quiénes son fanáticos seguidores del «islam político». Al igual que Assad, lo perderá todo. Deja que el reloj marque las horas.

Hoy en la Casa Blanca, no se habla de otra cosa. Estados Unidos e Israel están armados y preparados para destruir al patético imperio iraní en cuanto llegue la ocasión más barata, económica y rentable… Los ayatolas deberían saber, o imaginar, que su petróleo y su gas tendrán, en breve, otros dueños; y servirán para reconstruir la paz árabe...

Este 28 de febrero del 2020, se están ultimando los detalles para atacar a Bashar al-Assad con un golpe contundente para que deje de matar sirios con el apoyo de sus aliados rusos en Idlib…

Todas las bases estadounidenses están preparadas para dar un golpe definitivo a cualquiera que se mueva en la foto… Las comunicaciones con Vladímir Putin son más secas y alarmantes. El presidente ruso debería dar un paso atrás porque Estados Unidos no respetará a las tropas rusas que están atacando Idlib…

Señoras, caballeros, las vaciladas de Vladímir Putin se han acabado. Ahora el Kremlin tendrá problemas y pagarán un alto costo político por sus aventuras criminales junto a asesinos islamistas.

La OTAN se prepara para ocupar Siria. Esto es algo serio que ni los políticos de Bruselas sabían. Washington todavía sabe tocar a degüello y el genocidio en Siria se va a acabar. Orden de Donald Trump.

El Kremlin debería saber que jugar bien en Siria no significa nada cuando se pierde dinero y tienes graves problemas domésticos; y París siempre ha dicho que el que abandona la partida, la pierde. Como dicen el Capitol Hill: «solo el que gana, ha jugado siempre bien».

Si Damasco no detiene en 24 horas la masacre de Idlib, Donald Trump se los llevará a todos por denlante a bombazos. La Casa Blanca está dispuesta a matar a Bashar el Assad.

Y la guerra interminable, de una vez se acabará...


¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios