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“ Asumicidio”, ¿Alguna vez has asumido?

miércoles 14 de agosto de 2019, 14:07h
Asumir es una disfunción del pensamiento que debemos evitar para no acribillar la moral de otros ni estropear las relaciones.
Un día se me perdió mi cartera en mi casa con todos los documentos. Ya se imaginan la ansiedad que esto provocó. La busqué por todas partes, claro, menos en el lugar donde se encontraba y sucumbí al pánico. ¿Dónde la puse? ¿Dónde la deje? ¿Alguien la tomó? En eso me vino a la mente la última persona que visitó mi apartamento. Me asaltaron las dudas y pensé que fue ese amigo que se la llevó. La suerte que me acordé de lo importante que es no asumir si no tenemos pruebas contundentes. La cartera apareció a los tres días. Estaba detrás del canasto de la ropa sucia. Se había caído del pantalón. ¿Se imaginan que yo hubiese llamado a mi amigo para acusarlo de robarse mi cartera? Hubiera matado su reputación y la amistad sin forma de recobrarla.

No conocía exactamente los peligros de asumir hasta que en una reunión de terapia de grupos discutimos un folleto llamado “ Asumicidio”, donde recuerdo que hablaba los peligros de este mal tan común entre nosotros y lo comparaban con un homocidio porque matamos la moral de la persona que muchas veces juzgamos injustamente.

Shan Stringham, un autor y profesor de la Universidad Duquesne, dice que asumir es una trampa, es una suposición inexacta donde se inicia un proceso de planificación estratégica con información errónea o incompleta. Por lo tanto esto supone la falla de corregir tal información y los datos necesarios para tomar mejores decisiones.

Las asunciones empiezan con las frases: seguro que, seguramente, yo creo, a mi me parece; y hasta: que me perdone Dios, pero eso fue fulano…, sin nosotros tener todas las pruebas de lugar.

Es como que un médico autorice una operación sin examinarnos o que un juez imponga la pena máxima a una persona sin pruebas de ninguna indole.

Los profesionales saben que tienen que reunir numerosas pruebas antes de llegar a una conclusión, pero los comunes mortales, no entrenados en esas prácticas, alegremente asumimos y condenamos a diestra y siniestra, llegando incluso a perjudicar la moral de las personas que juzgamos, muchas veces sin poder reparar los perjuicios de nuestros juicios. Asumir es una disfunción del pensamiento que debemos evitar para no acribillar la moral de otros ni estropear las relaciones.

César Román, autor de El camino hacia ti mismo.
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