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Sacar un conejo de la chistera.
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Sacar un conejo de la chistera. (Foto: Alfonso M. Becker)

Sacar un conejo de la chistera…

Por Alfonso M. Becker
L'Angleterre, ah, la perfide Angleterre, que le rempart de ses mers rendait inaccessible aux Romains, la foi du Sauveur y est abordée. A. Louis de Ximénès
Si el lector le da un ligero repaso a los últimos 4 años en lo referente a la ontología de lo cotidiano en “politique étrangère”, observará que el llamado “Brexit” nunca dejó de ser un espectáculo teatral sobre la gobernanza, al viejo estilo del dramaturgo inglés William Shakespeare… Al menos en apariencia... Llevo tres años escribiendo que nunca habrá Brexit, pero lo relevante, a mi juicio, no es mi “intuición” política sino la duda que me asalta cuando todavía no he encontrado explicación a las tragaderas de las masas populares para digerir semejante bocado para idiotas especialmente diseñado por los magos del espectáculo político. Los servicios de inteligencia de Vauxhall Cross no idearon nada mejor en Londres para “domesticar” el trasnochado nacionalismo británico… Nada más inquietante para la turba inglesa que una amenaza apocalíptica en la que el Reino Unido sería masacrado por el caos interno, el desabastecimiento, el colapso de los hospitales, las plagas bíblicas, la miseria, el hambre, la gonorrea y otras enfermedades venéreas… Pero no crean que es tan simple el formato de la espectacularidad cuando todo el arte y el éxito de la mentira política depende de una pequeña isla que llegó a ser dueña de todo el planeta… Seamos claros como lo es Donald Trump: “no es lo mismo ser ciudadano de un agujero de mierda que ser británico” ... Al otro lado del Canal, estaba la colosal empresa de la Unión Europea, un decadente y podrido territorio europeo occidental que apestaba a yihadistas y que se derrumbaba por mor de sus payasos dirigentes de la suprema raza blanquecina que habla alemán. ¡Cuidado que no lo digo yo envalentonado por la cerveza! En los barrios periféricos de París he visto, personalmente, con mis ojitos, más de cien pintadas tan lindas como estas: “Baise ton cul, pédé! “refiriéndose al presidente de la república y a sus exquisitas maneras de confundir el hambre con el apetito… Qué guapo es Macron… pero no debería olvidar que los chalecos amarillos ya están infiltrados por el Islam… Y van a por ti, Macron... Vas a salir del Elíseo avec un chiffon misérable qui recouvre l'anatomie et les testicules dans l'air… por no decir el trasero... Políticos incultos e ignorantes gobernantes que, al pairo de la corrupción, se llenaban los bolsillos al grito de “sálvese el que pueda” … Rufianes en los escaños de los parlamentos y zorras de la más vieja alcurnia del puterío italiano en los huecos bicamerales para confirmar lo que ya todos sabíamos: que la querencia del alma por la malicia es un efecto del amor propio… Tal como suena… No crean, pues, que el drama se reduce, única y exclusivamente, a los plebeyos británicos pos-imperiales… La verdadera carta en la manga para acojonar a toda la decadente y antisemita Europa, había sido secretamente colocada por el Bundesnachrichtendienst alemán en la manga de los horribles vestidos de la premier Theresa May… Dios mío de mi vida… Doña Theresa May se viste exactamente igual que las antiguas mujeres sin clítoris de la joya de la Corona británica… allá por el territorio de los hindúes, cuando Mahatma Gandhi vestía igual que la premier del Reino Unido en el siglo XIX. Un trapo de mala muerte si ropa interior alguna, y con los testículos al aire… Como Emmanuel Macron... Vendería mi alma al diablo por ver a Theresa May en bata y babuchas comiéndose una tostada de pan de ajo con menos clase que una taza de té con aguachirri del Pakistán… Sin embargo, hemos de respetar la vieja sentencia victoriana “los británicos somos elegantes hasta en el retrete” … ¿Y la raza aria venida a menos? ¿Qué hay de ellos? Dicen los científicos que ahora están en Teherán y que quizás por eso doña Angela Merkel siempre se pone un velo musulmán para hacer creer a los incultos mahometanos que ella es piadosa con la humanidad al completo y devota de los islamistas a los que abrió las puertas de Europa... Las malas lenguas en Alemania pintaron en las paredes: “Angela = Scheiße” … Se podría decir que la escatológica igualdad era un piropo comparado a lo que se escribía en inglés, de la canciller alemana, por toda Grecia: “fuck you, Angela”, “Why do not you die, you son of a bitch?” Comprendan ahora que el teatro de William Shakespeare era necesario para que la élite europea siguiera viviendo del copón y que la chusma aplaudiera de gozo hasta que las palmas de las manos le sangraran… Pero la pregunta del millón es: ¿Se irá del todo el Reino Unido? ¿O dejará un pie dentro por lo que pueda pasar? El naipe en la manga al que me refiero, fue marcado y colocado por el BND, la inteligencia alemana, como una extraña “solución de continuidad” no solo a la altivez demostrada por la pérfida Albion, sino a los bastardos y vagos europeos de la periferia, como los perros españoles y la ralea portuguesa, que ya no soportaban a los macarras de Berlín… Y todo por defender la siesta desde el punto de vista filosófico… Europa se derrumba en un orgasmo sin fin… Eso lo sabe hasta el más tonto… Se eyacula tan precozmente que todos los británicos de bien llevan la bragueta manchada de espermatozoides muertos de miedo y de pavor por el Brexit… No piensen en nada guarro, hay mujeres que se mean de risa, patas abajo... El corte, la interrupción y la ruptura de la Unión Europea hacia el abismo… El horror… Lloraban los homosexuales ingleses mientras las lesbianas alemanas azotaban con el látigo germano a las mujeres pusilánimes de cualquier parte de Europa… Todo sea por la orgía sexual... Inglaterra, ah, la pérfida Inglaterra, que el baluarte de sus mares hizo inaccesible para los romanos, se acerca a la fe del Salvado. Sin embargo, las viejas palabras sirven, todavía, para dar la bienvenida a los ingleses descarriados y amariconados. No debe cundir el pánico. Es normal que todo el mundo se corra de gusto… ¿Acaso no puede resolver el problema un poco de amor? Por eso, debe saber el lector que esta jocosa forma de tratar la política europea, que un servidor tiene, es la que ha elegido el equipo de Donald Trump para ponerle la cara colorada a la “basura” política que se autodenomina “europeísta” cuando Europa le importa un carajo y la tal “basura” debería llamarse elitista, a secas, y sin anestesia… Mike Pompeo ya dejó claro en la vieja Europa que sus universidades públicas están infestadas de antisemitismo en todas sus formas y que la política de la señora Federica Mogherini es un claro reflejo de lo que es una élite europea podrida, con muy poca formación, y con una mala leche desmedida, por parte de la politóloga italiana hacia Israel y los Estados Unidos… El disfraz del antisionismo con el que se cubre la Mogherini ya no engaña a nadie; y menos a Israel y a los judíos que ya ven a la señora Federica como a una pelanduzca de pacotilla con escasos conocimientos de geopolítica. Mientras la “sex simbol” italiana aplaude a los terroristas palestinos y a los asesinos persas, por su cuenta, el ex estratega jefe de la Casa Blanca, Stephen K. Bannon, no tiene pelos en la lengua para decir la verdad de lo que se piensa en Washington: “Si me he negado a una entrevista con Abu Mazen (más conocido por Mahmud Abbas) es porque no me gusta respirar el mismo aire que un asqueroso terrorista mahometano” … Esto es lo que diferencia a Bannon con todo el realismo de la foreign policy americana; mientras la italiana se pone su velo musulmán y besuquea al terrorista moro, hasta el éxtasis de la “politica estera” que ha llevado a la Unión Europea al borde del precipicio. En algunos artículos he dejado por escrito, quizás con tono irreverente, que los peligros para la Unión Europea no provienen de Rusia, tampoco del Gran Oriente Medio… El más grave problema de Europa proviene de Alemania y de Francia… La carencia de pensamiento estratégico de estos dos países europeos es notablemente peligrosa y su extrema frivolidad para ignorar el peligro ruso o chino, así como las migraciones islamistas, está contaminando a los demás... El grave problema de Europa es que está podrida -en palabras de Washington- y debe haber un cambio radical y urgente… No importa que Reino Unido salga de la Unión Europea porque siempre quedará “con un pie dentro” … Al Reino Unido le puede interesar vivir fuera de un club que interfiere notablemente en su política exterior y hasta en sus asuntos internos... La celeridad y la duración de las mentiras en Bruselas ya no interesan a un Reino Unido que puede conseguir el éxito económico en la anglosfera, siendo, como siempre, el primo preferido de los Estados Unidos… Donald Trump, lo más grandioso que ha hecho es sacar un conejo de su chistera para que la Unión Europea, con o sin los ingleses, triunfe militar y economicamente con una OTAN poderosa y dejando en el cajón de las estupideces, la idea de un ejército europeo que solo existe en la fantasía de un Macron aturdido por sus propias tonterías y en la pesadilla germana de una canciller antiamericana con escaso equipaje intelectual para viajar hacia el futuro. Arrojados a la historia por los acontecimientos geopolíticos, los europeos solo pueden progresar y ganarse la admiración y el respeto de los competidores y de los enemigos globales, con una férrea alianza con Washington. No hay otra forma de advertir a Rusia, a China o al Islam combativo, para hacerles ver que podrían pagar un alto precio si se equivocan, faltando al respeto que se debe a un gigante económico como Europa con el respaldo militar más grande de la historia.
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