“Las personas de las comunidades que acuden a nuestras charlas se sienten motivadas al ver que personas con discapacidad les enseñan cómo pueden salvar su vida en caso de huracán o terremoto. Nos reconocen entonces como personas con capacidades, y eso me llena de alegría”, expresa Bernabé Payano, representante de la Asociación de Ciegos en el Municipio de San Cristóbal. Bernabé fue multiplicador para la reducción de riesgos de desastre en San Cristóbal.
San Cristóbal.- Aproximadamente el 15% de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad, según el Informe Mundial sobre la Discapacidad publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2011. Particularmente en la República Dominicana las personas con discapacidad enfrentan obstáculos y barreras para acceder a los servicios básicos y oportunidades para educación, trabajo y participación en las decisiones que les afectan.
En un contexto de emergencia o desastre la situación se vuelve mucho más grave debido al cambio que se genera en el funcionamiento de la vida cotidiana. Los niveles de estrés aumentan, los servicios básicos funcionan con limitaciones o colapsan en su totalidad, entre otras situaciones que generan exclusión y discriminación. El artículo 11 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por las Naciones Unidas en 2006, cita “garantizar la seguridad y la protección de las personas con discapacidad en situaciones de riesgo, incluidas situaciones de conflicto armado, emergencias humanitarias y desastres”; no obstante a esto la realidad es que un gran número de personas de este colectivo son afectadas seriamente por los desastres y las emergencias, debido especialmente a que sus necesidades no son incluidas en los procesos de planificación en general y en la gestión de riesgo de desastre en particular. El consorcio de organizaciones Oxfam, Plan International y Hábitat para la Humanidad ha trabajado con miembros de las organizaciones de personas con discapacidad cómo multiplicadores para la reducción de riesgos de desastre, difundiendo mensajes clave como las rutas de evacuación, los niveles de alerta, acciones básicas de prevención de enfermedades, entre otros.
“El enfoque con el cual se realizan las actividades es algo innovador, se prioriza el sector que necesita los conocimientos. Las personas aprenden y nosotros también. Las personas nos aceptan y les gusta lo que se está haciendo”, comenta Esteban Figuereo, representante de ASODIFIMO en San Cristóbal después de realizar una charla en el barrio Puerto Rico. ASODIFIMO (Asociación de Personas con Discapacidad Físico Motora), la Fundación Leonardo Diaz y la Asociación de Ciegos son parte de las organizaciones que actualmente trabajan en el proceso de multiplicación.
El grupo de multiplicadores de las organizaciones de personas con discapacidad desarrollan un plan de acción para la realización de las actividades en las comunidades, estableciendo una metodología sencilla y clara con los siguientes temas: mecanismos de alerta adaptados, medidas de evacuación de acuerdo a los diferentes tipos de discapacidad, por ejemplo la forma de evacuar a una persona con discapacidad visual o con discapacidad físico motora.
Las actividades se realizan en 10 comunidades del Municipio de San Cristóbal y son abiertas al público en general, porque “las personas que no viven con discapacidad necesitan saber cómo nos sentimos y de qué forma podemos participar activamente en la prevención de riesgos”, afirma Marino Sierra, de la Asociación de Ciegos de San Cristóbal.
El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 reconoce el importante rol de las personas con discapacidad en la gestión inclusiva del riesgo, así como para la evaluación del riesgo de desastres y en el diseño e implementación de políticas, planes y normas.
Zaira Pujols es Oficial de Gestión de Riesgos de Desastre en Plan International República Dominicana.
Artículo re-publicado: Proyecto Ponte Alerta San Cristóbal 2015
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