En USA hay de todo.

Acabo de leer en la prensa escrita que una de las actrices de "Sex and the city" se postulará para gobernadora de New York.

El hecho es trascendente. Pero lo que a mí, particularmente a mí, me interesa destacar, es esa libertad política, casi absoluta, que existe en USA. Podemos criticarles muchas cosas a los norteamericanos; pero no hay dudas que allá hay una libertad interna excelente; aunque sea a costa de quitarnos un poco de la nuestra.

En nuestro país la mayoría de los artistas dice que no participa en política porque esa actividad le puede perjudicar. Por supuesto que ese es su derecho. Pero, pienso, que si no participamos en los procesos en cuales se generan los cambios, nunca podremos contribuir a que esos cambios ocurran. Particularmente pienso que los artistas no somos seres especiales o privilegiados a los cuales nos está permitido vivir al margen de nuestras distintas sociedades. Claro que no. Más, cuando disfrutamos bastante de las libertades que han obtenido otros. Podemos, y hasta debemos, comprometernos.

Con lo que no podemos comprometernos es con gobernantes, legisladores y funcionarios corruptos. ¿Son muchos? Los son. Pero si nosotros no somos capaces de exigir transformaciones morales y sociales, no podemos quejarnos cuando estas no ocurran.

Lo raro es que muchos de los nuestros que dicen temer a la corrupción política, por lo bajo procuran beneficiarse de ella.

Duarte proclamó que la política era una de las ciencias sociales más pura. La política no es sucia, aunque muchos políticos lo sean.

Dejemos el miedo a integrarnos a los procesos sociales. Por cierto, tengo un perro prieto que podría interesar a cobardes e indiferentes.