Allí donde el primer mandatario se extendió en porcentajes y enumeración de proyectos, los opositores detectaron algunos vacíos que no repararon en denunciar: la corrupción, el endeudamiento externo, el déficit habitacional y el proyecto minero en San Juan de la Maguana.
Santo Domingo.- La más reciente rendición de cuenta no recibió aplausos de manera unánime; antes bien, sectores políticos le han reclamado al presidente Danilo Medina la omisión de temas escabrosos, como la corrupción, o mirar el vaso medio lleno donde debería verse medio vacío.
Los principales reclamos son el excesivo endeudamiento externo (que supondrá 41.5% del PIB al cierre de este año, según el Ministerio de Hacienda), la materia impositiva, el retraso en obras de importancia, el pacto eléctrico, el clientelismo y el proyecto minero en San Juan de la Maguana.
Vivienda y deuda
Desde el Partido Dominicanos por el Cambio se cuestionó los avances en materia de vivienda, donde hay un déficit que dicha organización política calcula en un millón de casas. Aseguran que en los últimos cinco años se han dejado fuera de dichas políticas a 50 municipios del país, donde no se ha construido ni una sola vivienda.
Sobre la deuda, alertaron sobre las repercusiones que esta tendrá en el futuro y también en lo inmediato, como los pagos que se deben efectuar este año.
Eduardo Estrella, líder de esta agrupación, puntualizó por medio de un comunicado el desbalance que hay entre pagos e inversiones: "Para este año se tiene previsto pagar la suma de 256 mil millones de pesos entre el pago de intereses y capital, mientras que tanto solo van a invertir 65 mil millones en obras".
Viejas promesas
El presidente de la Alianza por la Democracia, Max Puig, consideró el discurso de Medina el pasado 27 de febrero como la reiteración de viejas promesas, como al esperada firma del Pacto Eléctrico.
"Cuando en el 2017 se dijo que se ya se estaba concluyendo el pacto eléctrico y ahora resulta que no hubo pacto y tampoco hay una fecha para el mismo”, expresó Puig.
Recordó, asimismo, el caso de la Línea B2 del Metro de Santo Domingo, la cual se inauguró en 2016, ante la coyuntura de las elecciones presidenciales, pero en realidad se espera poner en funcionamiento este año, ya que no ocurrió tampoco en 2017, como se había prometido.
Clientelismo
¿Gasto público o clientelismo? No parece un mero capricho semántico, pues mientras el gobierno habla de gasto público, la oposición asegura que las políticas de Medina tienden al clientelismo, es decir, repartir recursos a las clases populares, sin programas institucionales que las saquen realmente de la pobreza.
“Las buenas políticas de economía se hacen para que la gente satisfaga sus necesidades mediante oportunidades y no mediante regalías”, recalcó el exgobernador del Banco Central de la Republica Dominicana (BCRD), Guillermo Caram.
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