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El síndrome de la amargura

Por Candy Román
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kandy1272gmailcom/9/9/15
martes 10 de marzo de 2020, 22:00h
Ira.
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Ira.
La persona que no está en paz consigo misma estará en guerra con todo el mundo.
Muchos de nosotros hemos compartido con una persona amargada. La amargura es una forma de depresión donde la persona se enfoca negativamente en el mundo exterior, pensando que ha sido tratado injustamente. Según el diccionario, la palabra amargura significa: Aflicción, sinsabor, disgusto, pesadumbre, melancolía. La amargura es el resultado de un resentimiento. Se vive una ofensa, al no perdonar, la ofensa se convierte en Ira o en dolor, y esta se convirtió en odio. Este odio se convirtió en amargura que es aflicción del alma. Nadie puede ser feliz o tener paz si su corazón está lleno de amargura.

Los síntomas de las personas amargadas los podemos identificar, porque siempre están criticando, se están quejando, se sienten enojados, son volátiles, ofensivos, su autoestima está baja y les gusta hacer sentir mal a los demás. La amargura, puede transformar el carácter de una persona y su comportamiento reflejara negativismo, dureza, severidad, rencor y odio. ¿Conoce usted gente así?

La amargura se refleja en la persona que carga sobre sus hombros estas características dañinas y es una amenaza no solo para su desarrollo emocional sino para todos aquellos que le rodean, ya que la persona puede ser contaminada por esa persona amargada. Cuando una ofensa, una traición o una desilusión llena el corazón de una persona, puede afectar en forma negativa los sentimientos, pensamientos y acciones, transformándolo en una persona infeliz, resentida y atormentada. Esta persona no se da cuenta de los daños que pueda estar causando a los demás, a través de sus palabras, acciones y actitudes. Esto le lleva a desconectarse de la gente y no considerar los sentimientos de los demás.

Algunos de los síntomas de una persona amargada se pueden reflejar en su área, física, emocional y espiritual. Síntomas físicos: alta presión arterial, desordenes estomacales, problemas intestinales, insomnio, enfermedades cardiacas. Síntomas emocionales: ansiedad, amargura, depresión, temor, inseguridad, preocupación. Síntomas espirituales: perdida de la visión de la vida, perdida de su propósito, perdida de la fe. Recuerde que la amargura es la suma de heridas, rechazos, resentimientos, frustraciones, iras y dolor.

Recomendaciones para manejar la amargura: Determine la causa principal de su amargura. Perdone y perdónese, entregue a Dios sus deseos de venganza, renuncie a sus derechos de seguir aferrándose a sus heridas pasadas, hable de su enojo con Dios y con un consejero, considere los intereses de otros, hable y actúe con humildad.

Ten presente que tu amargura procede de tu modo de pensar e interpretar las situaciones. Por tanto, observa tus pensamientos y detecta cuándo están fomentando tu amargura. Luego trata de modificarlos por pensamientos positivos y constructivos. Con este artículo queremos crear conciencia que tenemos, que sanarnos, educarnos, motivarnos e influenciar a otros, para que mejoremos nuestra calidad de vida.

Perdonando y buscando la oportunidad que nos trae un momento difícil en la vida, porque detrás de cada adversidad puede haber una gran bendición.
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