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Apuntes sobre la reproducción de los seres vivos

Por Antonio Alfau Ascuasiati
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acalfauyahooes/7/7/13
domingo 08 de octubre de 2017, 13:41h
La vida es privilegio de los seres vivos, los cuales deben cumplir con las exigencias que la naturaleza les ha impuesto: nacer, crecer, reproducirse y morir. La permanencia o trascendencia de la vida, desde el punto de vista biológico, en el correr del tiempo, está necesariamente relacionada con un proceso de reproducción. La amplia variedad de seres vivos identificados, se agrupan atendiendo a algún tipo de reproducción, mecanismo biológico mediante el cual se crean nuevos organismos, similares al que les dio origen.

Si bien es cierto que existen seres vivos -como la hidra y la medusa- de los cuales se ha determinado su capacidad de vivir eternamente sin necesidad de reproducirse, de algún modo se reproducen para trascender en el tiempo; tal vez no envejecen, lo que no evita que no mueran, acaso en manos de depredadores o por cambios de las condiciones ambientales.

El tema de la reproducción de los seres vivos se torna fascinante, en la medida que se analiza la capacidad particular de multiplicación que poseen. Básicamente, la reproducción en los seres vivos se clasifica en sexual o generativa y asexual o vegetativa. En la reproducción sexual, la creación de un nuevo organismo requiere de la relación de dos individuos de sexos diferentes, mientras que en la reproducción asexual, un individuo crea nueva vida a partir de sí mismo. Mientras la mecánica de la reproducción sexual es la misma para todos los organismos que así se reproducen, la reproducción asexual se manifiesta de diferentes maneras; también sucede, que múltiples seres vivos practican combinaciones de ambos tipos de reproducción, siguiendo patrones muy variados o diferentes.

La estrella de mar representa un caso particular, puede reproducirse de las dos formas; si se le parte una punta, a partir de ese pedazo crea otra estrella idéntica a la madre (reproducción asexual por fragmentación), a la vez que regenera el pedazo perdido; sin embargo, la reproducción propia de la estrella de mar es sexual externa (macho y hembra sueltan a la vez, espermatozoides y óvulos que se fecundan en el agua). Otra particularidad de la estrella es que su población la conforman individuos masculinos, femeninos y hermafroditas.




Estrella de mar



Otro tipo de reproducción asexual es la gemación, mediante la cual el organismo produce sobre sí mismo, una yema, la cual puede desarrollarse sobre cualquier parte del cuerpo del progenitor, o en áreas específicas para esta labor, dependiendo de la especie en particular. La yema crece hasta alcanzar cierta madurez, que le permite separarse de su predecesor y hacer vida independiente como ser vivo. La gemación se verifica tanto en organismos unicelulares como pluricelulares, vegetales y animales invertebrados: la hidra, las levaduras, anémonas, corales, algunas esponjas, ciertas bacterias y musgos. En agricultura, la reproducción por injertos es una aplicación de la gemación.

La bipartición es una forma de reproducción asexual muy simple, típica de los organismos unicelulares: una célula se divide en dos células idénticas.

Algunos hongos, bacterias, algas y helechos se reproducen por medio de un proceso denominado esporulación, lo cual consiste fundamentalmente, en que una célula se fragmenta o divide en múltiples células idénticas con capacidad de formar organismos nuevos, bajo condiciones ambientales específicas. El proceso se inicia con ciertas diferencias, según el tipo de organismo. Los helechos, por ejemplo, tienen estructuras llamadas esporangios, ubicados en el envés de la hoja, especializadas para la producción de las esporas, sin embargo, los helechos también tienen capacidad de reproducirse sexualmente.


Armadillo de nueve bandas

La poliembrionía es un fenómeno que se presenta en algunos organismos de reproducción sexual: el ovulo fecundado desarrolla dos o más embriones que dan individuos idénticos. Este proceso se inicia por vía sexual para luego, dividirse de forma asexual. Se considera como un tipo especial de fragmentación; es el caso de los gemelos vitelinos o idénticos que se da en humanos y puede presentarse tanto en animales como vegetales. Un caso típico es el armadillo de nueve bandas que suele parir cuatro individuos idénticos. En vegetales se manifiesta en múltiples casos: cítricos, mango, manzano, etc, pueden producir varias plantas a partir de una sola semilla.

El caracol común o de jardín (Helix aspersa), se reproduce sexualmente, con la peculiaridad de que todos los individuos son hermafroditas, tienen los dos sexos, sin embargo, no pueden auto fecundarse; para reproducirse deben aparearse, se fecundan mutuamente y cada cual pone huevos por su lado.

La hembra del mosquito, a pesar de que su reproducción es sexual, tiene capacidad de producir huevos fértiles sin ser fecundada; esto sucede después de haber ingerido sangre. La sangre provoca procesos hormonales en sus ovarios que motivan la producción de huevos fértiles. Este fenómeno reproductivo se conoce como “partenogénesis” del griego parthenos, virgen, y génesis, generación. En pocas palabras, hembras que tienen capacidad de reproducirse sin la participación del macho. En animales, este fenómeno se verifica, por lo general, en individuos femeninos a partir de un óvulo. Se ha comprobado en aves, peces, anfibios, reptiles, insectos, gusanos y culebras, caracoles, etc. En vegetales es frecuente con excepción de las coníferas.

En animales mamíferos, donde se incluye al hombre, la partenogénesis es teóricamente imposible, ya que su reproducción conlleva copias de genes de los progenitores.

En lo que a genética se refiere, el individuo nacido por reproducción sexual, manifiesta características individuales, producto de la combinación de las tipologías de sus padres; el organismo creado por reproducción asexual, perpetúa las características de su progenitor, dejando poca posibilidad de degradación, mejoramiento o evolución de la especie, valores particulares de la reproducción sexual.



Medusa
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