Barack Obama, modelo de paternidad a seguir

Sus palabras no fueron una frase más de estrategia de marketing o motivación para arrancar lagrimas y aplausos de sus seguidores, pues desde siempre mostró -ante los medios- cuán importante era para él cumplir con su rol familiar.

Una de sus mayores fuentes de inspiración para convertirse en un padre ejemplar fue la ausencia de una figura paterna durante su crecimiento. Su padre, Barack Obama Sr. fue un economista gubernamental en la República de Kenia, y como tal sus compromisos le absorbían la mayor parte de su tiempo.

“No quiero ser el tipo de padre que tenía. (…)Soy un hombre negro que creció sin un padre, y sé el costo que pagué por eso. Y yo También sé que tengo la capacidad de romper ese ciclo, y como consecuencia, creo que mis hijas están mejor”, confesó en una ocasión para el Washington Post.

Para lograr el equilibrio al momento de cumplir con sus responsabilidades como presidente y como padre, consiguió al establecer reglas inquebrantables como la de cenar una vez a la semana con su familia cinco noches a la semana. Además de ello desayunaba junto a ellas siempre que fuera posible, siempre asistió a las conferencia de padres y maestros de sus hijas, compartió momentos personales con sus ella sin importar que fuera figura pública, entre muchas cosas más.

Uno de los recuerdos que comparte con más orgullo es haber leído a su hija Malia los siete volúmenes de la serie de Harry Potter en voz alta y toda la "Vida de Pi" de Yann Martel a Sasha.

Para Obama “la buena crianza de los hijos es una poderosa herramienta para la transformación social” y el resultado de su papel en este rol es el mayor legado que pueda dejar, no solo en sus hijas, sino en la sociedad.