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No hay buenas noticias de Washington.
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No hay buenas noticias de Washington.

No hay buenas noticias de Washington

Por Alfonso M. Becker
“Si las suposiciones en Capitol Hill sobre economía y poder militar son ciertas, Estados Unidos seguirá siendo el número uno... Un nº1 con muchos amigos poderosos” Joseph S. Nye Jr.
Hay un detalle muy interesante en la, más que evidente, agresividad militar de China; un comportamiento con los vecinos de Beijing que los medios de difusión están pasando por alto en lo cotidiano sin signos llamativos de alarma… No se explica muy bien el porqué ocurre esto cuando hay países que han puesto el grito en el cielo. Todos están al tanto de la militarización del cinturón estratégico de islotes y arrecifes de coral por parte del Ejército Popular de Liberación en el Mar de la China Oriental; las islas Senkaku en violenta disputa con el Japón; y en el Mar de la China Meridional, perforaciones petrolíferas ilegales en las islas Paracelso que son reivindicadas por Taiwan, Vietnam, Malasia, Brunei, las islas Spratly que son de Filipinas y que afectan a todos, en algunos islotes tradicionalmente ocupados por vecinos malayos y que eran reivindicadas y ocupadas, aleatoria y pacíficamente, por todos -menos por China- desde tiempo inmemorial...

Todos los análisis militares hablan y escriben de islotes artificiales con pistas de aterrizaje para aviones de combate, puertos para barcos de guerra y misiles antiaéreos para proteger los contingentes militares chinos… El detalle es muy curioso porque el poderío económico, la consiguiente relevancia mundial, y la agresiva teoría de Beijing en el plano militar, ha llevado a tratar de argumentar, por parte de los dirigentes del Partido Comunista Chino, supuestos “derechos históricos” no solo alterando la Historia conocida, sino reescribiéndola, es decir, inventándola…

Así que, aunque hay un cierto silencio chino tras el varapalo de los tribunales internacionales sobre la absurda y aberrante idea de los cinturones de islas propiedad de los chinos que llegarían hasta Hawaii, hay algo más que es demasiado importante y peligroso a juicio de Washington y de sus aliados: desde el punto de vista estrictamente militar, los chinos acaban de “botar” o -si quieren- inaugurar media docena de portaaviones “insumergibles” que han agrandado, de hecho, el radio defensivo de la costa china colocando a la US Navy en un teatro de operaciones navales bastante incómodo y peligroso para la United States Seventh Fleet.

Lo cierto es que el Pentágono ha sido pillado desprevenido y en calzoncillos a pesar de la buena fama y prestigio de los más de 60 buques de guerra, la mayoría estadounidenses, y los diez o veinte japoneses de la base de Yokosuka, de superficie y submarinos, que siempre maniobran junto a los americanos, preparándose para los combates que se vienen encima… Todos dan por hecho que habrá un enfrentamiento con los chinos, tarde o temprano, y los japoneses han entrado en una carrera armamentística desenfrenada porque saben que la intención primera de China es cumplir su venganza y destruir el primer obstáculo para su expansión en los mares de china que son las Fuerzas de Defensa de Japón.

No son buenas las noticias ni en el Departamento de Defensa ni en el United States Department of the Treasury, donde andan como locos en la dirección de fondos federales recaudando dinero urgente para el Pentágono… Tal como suena… La Armada estadounidense necesita, urgentemente, 30 o 40 buques de superficie altamente sofisticados y poderosos, pero muy alejados de la clase littoral combat ship (LCS) porque entre los oficiales de la US Navy se huele un enfrentamiento no solo con los chinos sino con posibles aliados en una coalición enemiga anti-acceso para Beijing y anti-hegemónica para muchos enemigos de Washington que quieren aprovechar el momento oportuno para destruir al “gran Satán”… Y… ya se le ha escapado a más de un almirante que estamos en desventaja y a punto de perder cualquier guerra en el mar si salen de los astilleros con la máxima urgencia dos docenas -al menos- de fragatas multipropósito de alto poder misilístico y radares avanzados para poder aguantar un ataque masivo de los chinos.

Nadie puede ya ocultar en el Departamento del Tesoro estadounidense que Washington no puede permitirse ningún aventurerismo militar porque las finanzas federales ya muestran una realidad: el culo de un cubo vacío, sin un centavo para poder pagar a los desarrolladores de armamento… Los aliados han entrado en pánico y se están rascando el bolsillo porque saben que cuando los buitres de la guerra huelen un cadáver geopolítico, los asesinos del Islam son los primeros en “apuntarse” para degollar americanos y judíos…

Los posmodernos alemanes y los amariconados de Bruselas han intentado abandonar el barco de la cultura judeocristiana porque han entrado en pánico y ya no hacen otra cosa que ir mostrando su dulce trasero a la turba mahometana y manifestando. Los amanerados traidores capitaneados por la vergüenza de Europa que es Angela Merkel, están convencidos de que Estados Unidos se derrumba y que es conveniente buscarse traseros chinos y rusos para besarlos con locura y cierta dosis de pasión alemana… ¡Dios! ¡Qué asco de gentuza!… Si Francia y España no lo remedian, estos cabrones se cargan la Unión Europea.

Los hedonistas alemanes y bruselenses ya han manifestado, públicamente, que solo quieren el amor de China y la comprensión cariñosa de Rusia… Pero en esto llegó Emmanuel Macron, el flamante y raro presidente francés que ha plantado sus solemnes escrotos en el Elíseo y ha dejado bien claro que se ha puesto del lado de Donald Trump como si fuese D'Artagnan, aliado incondicional de Estados Unidos, y manifiesta ante la prensa mundial, exactamente, las mismas excentricidades que el gran Donald… Le charme discret de l'élite française qui a lu les œuvres de Shakespeare…

Yo diría que es incluso un poco más estrafalario y menos bestia que el presidente americano, pero con el aliciente y el ingrediente de les saveurs de la cuisine française en esto de la política internacional… Tanto es así que en Estados Unidos da verdadero asco la canciller alemana y Washington apuesta por Macron… Ese chico de los huevos de oro que va a dirigir la política europea. ¿Saben por qué? Pues porque están ocurriendo cosas muy graves. Tan graves como para ser contempladas con frialdad diplomática y también con fuertes medidas militares por parte de los aliados estadounidenses mientras el corazón el imperio coge un poco de aire…

Se está recaudando dinero por todos sitios y los astilleros y las fábricas de armas están trabajando a tope… ya que las cosas que están pasando implican intereses vitales para nuestra supervivencia como civilización. Fíjense si es grave el asunto que América ha pasado, de apoyar con fervor la responsabilidad fiscal y los presupuestos equilibrados, a una economía de guerra en la que el botín puede sacarnos del apuro... No es la primera vez que ocurre. Pregúntenle a cualquier historiador. El llamado “gasto salvaje” para la guerra no es otra cosa que un concienzudo análisis de activos y pasivos para evaluar no solo como exterminar a tu enemigo y acabar con el problema… Se trata de algo mucho más interesante y valioso que la escoria a la hay que matar: determinar con frialdad el estado económico de Washington que, desgraciadamente, ya se conoce como paupérrimo y despojar al enemigo de todo lo que tiene… Expoliar a quien procura tu destrucción es un derecho de guerra...

El Pentágono cree que la mejor jugada no es arriesgarse en una espera de incertidumbre que solo puede conducir al fortalecimiento de un envalentonado y ruidoso enemigo como Kim Jong un… En el Departamento de Defensa de los Estados Unidos se ha llegado a la conclusión de que reinventar la Historia como hace China o como hacen los asesinos mahometanos, es un buen juego al que podemos jugar todos… A Washington le gusta ese juego de ver qué hace la gente cuando China azuza a su perro rabioso mientras en Beijing hablan de amor a la humanidad, cordialidad y armonía en la ruta de la seda...

Hay quien dice que atacar Korea del Norte es arriesgarse a una guerra termonuclear con China… ¿De veras? -se preguntan en el Pentágono… Pues en Washington argumentan que si China ataca a cualquier país es como si atacara a Estados Unidos… Dios creó la amenazante retórica para todos… Xi Jinping tuvo la oportunidad de echar una mano con el loco de Pyongyang… pero se trata de un “juego” chino y Donald Trump quiere jugar… Australia quiere jugar, Japón quiere jugar… y así hasta 15 países entre los que se encuentran la potencia atómica India… Todos quieren jugar… Hasta los británicos han puesto en alerta sus misiles atómicos...

Pedir ayuda a China ha sido decepcionante. Ahora Beijing nunca tendrá oportunidad de ser o presentarse como un socio fiable porque hasta Rusia conoce las ambiciones del Partido Comunista Chino… No podrán decir los chinos que Estados Unidos no buscó su cooperación en múltiples problemas mundiales… Pero los chinos van a lo suyo; y lo hacen con extrema violencia.

Reinventar la historia militar es el primer paso que dará el Pentágono para una guerra de exterminio contra Xi Jinping… Washington sabe que China está apostando muy alto y también sabe que el “juego de guerra” de los chinos va in crescendo desde hace 10 años… La benevolencia de Estados Unidos, de la Unión Europea y de sus poderosos aliados en Asia-Pacífico no debería ser contemplada más que como una forma educada de responder a China reconociendo que puede ser una potencia regional… pero nada más. Porque la hegemonía global es de otro...

El mandatario chino debe saber que el Pentágono no atacará primero, pero es un imperativo de seguridad dar respuestas contundentes cuando un candidato a gobernar el planeta ha elegido un enfrentamiento militar con los Estados Unidos… Llegados a este punto, las reglas las establecerá el más fuerte...

Washington desatará un ataque nuclear devastador contra China si hace algún movimiento a favor de Korea del Norte.




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