Reconociendo el valor de la mujer

Vivimos en los mejores tiempos de la historia de la humanidad, nunca antes habían existido tantos recursos, tantas oportunidades para la mujer. Muchas veces no recordamos los avances que hemos tenido en la sociedad. La lucha que hemos tenido que enfrentar para conseguir la igualdad de derechos. Al principio del siglo pasado, las mujeres no podían trabajar fuera, no tenían derecho a votar, no podían participar en la política o dirigir negocios y menos planificar su familiar.

Hoy gozamos de muchas libertades y oportunidades; pero a pesar de los grandes adelantos muchas tienen que aprender a romper los bloqueos mentales y emocionales que le están impidiendo desarrollarse. Es preciso hacer una pequeña pausa en nuestro diario vivir; reflexionar quiénes somos y lo que queremos ser y visualizar lo que tenemos para lograrlo.

Mi pregunta es: ¿Estamos trabajando para lograr la congruencia entre lo que somos y lo que parecemos?, ¿Trabajamos para construir el futuro que queremos?

Tal vez no te sientas , amada, aceptada, bella , querida , preparada etc. Porque fuiste maltratada, lastimada y acondicionada como mujer. Tal vez te dijeron que no podías, que no serias capas de alcanzar ese sueño. Lastimaron tu autoestima y ahora te siente temerosa y no crees que puedes. La autoestima es la forma en que cada uno se valora a sí mismo, la suma de cómo se siente respecto a su apariencia, a sus habilidades, a su conducta.

Cómo integra las experiencias del pasado y cómo se siente valorado por los demás. Y cuando estas necesidades básicas para nuestro correcto desarrollo emocional no se cumplen, crecemos con una serie de carencias que repercuten negativamente en nuestra concepción de nosotras mismas. Creemos que no valemos, que no servimos y que no somos importante.

Hoy te hablo a ti mujer. Quiero decirte que vales mucho y que tenemos un papel importante en el rol de la sociedad, pero también en la creación de Dios. Tan es así que somos deposito de Dios. Somos dadoras de vida. La mujer fue diseñada para ser capaz de gestar llevar un bebe hasta su término y traer esta nueva vida al mundo. Ahora vemos que el diseño de Dios para la mujer como dadora de vida va más allá de sus habilidades físicas. Ser mujer es ir más allá de ser Madre, esposa, profesional, amiga, inspiradora, sino dadoras de vida.

Sin nosotras las mujeres el mundo no existiría, hemos ayudado a la supervivencia de la raza humana. Dios nos creo para ayudar a su creación. Somos personas resistentes y resilientes, que sin importar las caídas, siempre nos levantamos.

Tal vez no creas en ti, no crees que eres importante, que eres la mejor creación de Dios. No has reconocido los dones que tu creador ha puesto en ti. Él te hizo una Princesa. Te ha vestido de amor y dignidad, de paz y sosiego, de ternura y amor. Dios te corona de favores y misericordia. Te declara su amor eterno, te vistió de gracia. Para él tú vales mucho, eres piedra preciosa, su mejor creación.

Entonces hay que sentirse como el diamante más apreciado porque somos seres especiales. Somos inteligentes, fuertes, sensibles, amorosas, apasionadas, activas, trabajadoras ,luchadoras, victoriosas, estudiosas, incansables, etc. Edificamos y cuidamos nuestra familia y el hogar. Tenemos una característica muy peculiar dejamos de ser de nosotras para ser de los demás, nos encanta servir, proteger y ayudar. Estamos siempre demostrando nuestra valía en una sociedad todavía con grandes rasgos de machismo en su funcionamiento.

Doy gracias a Dios porque me hizo mujer. Leía un poema y me llamo la atención este verso: "Cuando Dios hizo la mujer , pensaba que sería el verso que escribirían los poetas en la nostalgia de un sueño; recibiendo la dulzura de los arrullos y besos, llenos de gozo y ventura y fragancia de su aliento".

Dios al crear a la mujer se sintió inspirado. También somos la inspiración del hombre, su ayuda idónea. Mujer, que no se te olvide que vales mucho y que eres importante para tu familia, para la sociedad y para Dios.

Te exhorto a que saques tiempo para reflexionar: ¿En dónde estas y hacia dónde quieres ir? Has un inventario de tus dones y habilidades. Identifica tu vocación, lo que te apasiona hacer. Define cuál es la contribución que deseas hacer como mujer; a tu familia y a tu país. Dijo Kofi Annan: “Cuando las mujeres tienen éxito, las naciones son más seguras y prósperas”.
¡Felicidades en el mes de la mujer! Levántate y resplandece...